Durante más de 100 años, El Paso Center for Children evolucionó junto con El Paso, personalizando continuamente sus programas y servicios a fin de cumplir con las necesidades de nuestra comunidad.

Las raíces de nuestra organización yacen en los dos primeros orfanatos que se fundaron en El paso. En 1919, nuestro país experimentaba el final de la Primera Guerra Mundial, la Prohibición y el derecho adquirido a votar de las mujeres. En el mismo año, se abrió el primer orfanato en El Paso, St. Margaret’s Orphanage. Las monjas llevaban diarios salpicados de primeras comuniones, la donación de cerdos, tormentas de granizo, huérfanos admitidos, búsqueda de huevos de Pascua, tareas escolares, visitas al médico y viajes a Fabens para invitar a los niños a tomar un helado.

Unos pocos años después, un anochecer de verano, el Reverendo y la Sra. Hogg abrieron sus puertas y encontraron a cinco niños con sus rostros teñidos de lágrimas y una nota en la puerta. Su madre había muerto y su padre no podía cuidar de ellos. Al final del día, el Reverendo Hogg miró a su esposa y le dijo: “Creo que acabamos de fundar un orfanato”. En 1927, dos personas claves, Kathleen Dury y Victor Moore, quienes se habían conocido trabajando juntos en el orfanato, se casaron y se convirtieron en personas permanentes en lo que se convirtió en el Southwestern Children’s Home. Tristemente, el Sr. Moore murió en 1939. Kathleen Moore fue nombrada gerente del hogar, pero donó su salario de regreso al hogar hasta su muerte. Su hijo más chico, Victor Junior, prestó servicio en nuestra Junta Directiva durante toda su vida adulta y aún forma parte del Consejo Directivo del Southwestern Children’s Home Trust. En la actualidad, tenemos un jardín dedicado a la familia Moore en nuestro campus.

Finalmente, tanto el St. Margaret’s Orphanage como el Southwestern Children’s Home de dieron cuenta que podían ser incluso más fuertes en conjunto. Se fusionaron y se convirtieron en El Paso Center for Children en 1984. Mientras continuamos brindando servicios en El Paso, esperamos que sea por otros 100 años más, nuestra Junta de Directores de voluntarios dedicados y activos asegura la evolución continua del Centro en respuesta a las necesidades cambiantes de los niños de la comunidad y las familias.